Cortas Historias Macabras.


El año pasado una joven de Wyoming se quedó sola en casa, solo con su perro que la protegía. En las noticias de la noche anunciaron un asesino en serie que se encontraba libre en el área. Antes de irse a dormir cerró todas las puertas y ventanas, pero una de las ventanas del sótano esta trabada y no se puede cerrar bien. Ella decide dejarla así pero cierra con seguro la puerta del sótano. Cuando se va a dormir, su perro toma su acostumbrado lugar debajo de la cama. 

En medio de la noche, ella se despierta por el sonido de una gotera en el baño. Medio dormida, la niña siente que su perro le lame la mano para reconfortarla, ella se calma y vuelve a dormir. Más tarde, ella se vuelve a despertar por el sonido de la gotera y mete la mano debajo de la cama, su perro la vuelve a lamer.

Curiosa por el sonido de gotera que ahora suena más fuerte, ella se para y se dirige lentamente al baño.  Mientras se acerca el sonido se hace más fuerte. Llega al baño y enciende la luz. De golpe es saludada por un horrible escenario: colgando de la regadera esta su perro, con la garganta abierta y goteando sangre en la bañera.
La niña se da cuenta de una nota sobre el lavamanos “Los humanos también podemos lamer”.

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